TIEMPO DE HECHOS.

Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

1 Juan 3:18.

Buenos dias, que la bendición del Padre este sobre tu vida.

Una de las primeras habilidades que desarrolla el ser humano es hablar, nuestra boca contiene la capacidad de aprender miles de idiomas, pero a veces el último que aprendemos es el lenguaje del cielo, hablar, entender y caminar bajo dirección divina, se nos hace necesario si queremos ser guiados.

Sin embargo, nos hemos adaptado tanto a una comunicación hablada, que se nos ha olvidado hacer, para expresar por medio de mis actos todo aquello que mi boca confiesa, pues de nada me vale jactarme de vanas palabrerías, predicar hasta el cansancio, pero no aplicar nada. Jesús hizo un sacrificio perfecto, una vez y por todos, pero si analizamos su recorrido al calvario, desde que sudo sangre en Getsemaní hasta que fue clavado en aquella cruz, fueron pocas las veces que expresó palabras, lo maravilloso es que, sin decir mucho, él expresó por medio de su entrega, la muestra de amor más grande de todos los tiempos, murió por nuestros pecados y aun así no hay pecado en él.

El Rey David falló, pero su corazón conforme al de Dios, demostró hechos de arrepentimiento, mientras a Pedro una y otra vez Jesús le preguntó si lo amaba, pero, aunque su respuesta fue sí señor tú sabes que te amo, le termino negando, (Juan 21:15-19). Amados si en la abundancia de nuestro hablar no hay acciones que atestiguan lo que digo, mis palabras se las seguirán llevando el viento.

Por lo tanto, necesitamos dejar que mis hechos hablen por si solos, el que mucho habla poco hace, y llegó el tiempo de demostrar de qué lado estoy, ¿soy radical o no lo soy?, ¿Soy hijo o sigo siendo criatura?, ¿Caliente, frío o me gusta lo tibio? Jesús ya hizo su parte, haz la tuya!!

En nuestras bocas hay mucho poder, pero este poder es guiado por quien nos lo da, por tanto, en los primeros que debe verse reflejado el poder que hay en mi boca, es en ti y en mí. Necesitamos dar pasos firmes, llego el tiempo de escoger a Jesús, no optar por Barrabas ni lavarse las manos como poncio Pilato, necesitamos ser coherentes, no es decir que le amo mientras mis actos lo niegan, generación de hijos esté es el tiempo de abanderar tu identidad celestial.

A partir de hoy antes de decir cualquier cosa recuerda que tus palabras serán probadas y que llegará el día donde todos rendiremos cuentas, si haz decidido ser luz, no dejes menguar el aceite, camina firme conforme a la posición de Cristo, el alfarero no ha quitado su mano de la rueda, avanza, Él completará la obra.

Bendiciones...