top of page

HAY VIDA EN LAS RAÍCES

  • Foto del escritor: Jasser Manjarrez
    Jasser Manjarrez
  • hace 3 horas
  • 2 Min. de lectura

No se angustien. Yo haré brotar ríos en los desiertos y manantiales en las tierras secas. Isaías 43:19


Hay momentos en la vida donde todo a nuestro alrededor parece estar terminando su ciclo. Lo que antes brillaba, se apagó, que antes daba fruto, hoy parece seco; no solo hablamos de lo físico, sino también de lo emocional y espiritual. Hay temporadas en las que sentimos que algo dentro de nosotros se desgastó. Nos cuesta avanzar, orar, soñar… sentimos que nos quedamos sin fuerzas. Y es ahí donde llega la mentira más común del enemigo: “Esto se acabó para ti.”


Pero hoy quiero que sepas algo: solo porque algo parece seco, no significa que esté muerto. Las apariencias engañan, muchas veces confundimos una temporada de descanso o de silencio con una de derrota. Pero detrás de cada silencio, Dios está obrando, y detrás de cada pausa, Él está arando el terreno para algo nuevo.


Aunque no veas movimiento en la superficie, las raíces siguen vivas, raíces que representan lo que nadie ve: lo profundo, lo interno, lo que Dios trabajó en ti en lo secreto. Quizás has sentido que no estás dando fruto, que ya no eres tan fuerte como antes, o que has perdido oportunidades valiosas, tal vez incluso te sientes culpable por haber soltado cosas que antes valorabas tanto.


Pero ¿sabes algo? Aun en medio de las pérdidas, hay evidencia de que hubo vida. No todo lo caído es señal de fracaso, a veces, lo que cae da testimonio de que hubo fruto, de que algo bueno pasó por tu vida, de que fuiste usado, de que sembraste, de que diste lo mejor de ti, y eso no se pierde.


Dios es experto en usar lo seco para hacer algo nuevo, Él hace brotar ríos en el desierto y jardines en la tierra árida. Y lo que hoy parece una etapa final, es apenas el descanso antes del reverdecer. Este tiempo ha sido un campamento para tus raíces, un lugar donde, aunque no se vean resultados inmediatos, tu espíritu ha sido afirmado, nutrido y fortalecido.


Porque lo que Dios planta, no se seca para morir, se seca para renovarse. Así que no te desesperes, no bajes los brazos, no te compares, no estás acabado. Estás siendo preparado.


Y cuando llegue tu tiempo, vas a florecer como nunca antes lo habías hecho. Porque tus raíces están en Él y en Dios, siempre hay esperanza.


Bendiciones

 
 
 

1 Comment

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
patry.go4
hace 2 horas

Amén amén. Reverdeceré 🥺🙌

Like

+ALREINO 
AMOR & FUEGO

3016472823

  • facebook

©2019 por +ALREINO.

bottom of page