SOY CASA DE ORACIÓN..!

Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones Mateo 21:12-13

Buenos días para ti, que la bendición del padre esté siempre contigo.

El señor Jesús purificó el templo, el cual estaba convertido en un mercado, donde se comerciaba la Fe. Muchos llegaban a Jerusalén con el deseo de ofrecer sacrificios al señor, pero los levitas en ese tiempo aprovechaban para vender animales de sacrificio, y cambiar dinero. El templo en vez de haberlo guardado como un lugar santo, fue convertido en un mercado público.

El único propósito de ir al templo, es adorar a Dios, pero imaginemos lo difícil que era con el bullicio y alboroto de ventas, esto debió disgustar tanto a nuestro Señor que termina echando a todos esos comerciantes y es allí donde el declara: y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. En las acciones de Jesús, ellos debían reconocer las acciones del mesías, que buscan restaurar al hombre y su comunión con Dios. Frente a una religión vana que se mueve en función de los intereses personales, como el lucro de los levitas y los líderes, Jesús nos dice que la fe verdadera demanda una limpieza y una consagración genuina de nuestras vidas.

Cuando vemos a Jesús como el Cristo, debemos tener la disposición a recibirle como aquel que viene a quitar el pecado del mundo, como el que murió por nosotros y como aquel que habita en nuestros corazones. (Gálatas 4:6)

"Mi casa es casa de oración". Nosotros, nuestras casas, nuestras familias ya no nos pertenecen. No somos dueño de nuestra propia casa, es la morada de Dios y la oración que hagamos desde lo más profundo nuestro corazón abrira el cielo a nuestro favor. La oración nos va a llevar al poder de Dios, para que nuestras vidas en vez de ser normales, nos lleva a vivir una vida consagrada, en un templo santo conforme a su infinita voluntad.

Cuando nuestra oración está en un segundo plano podemos decir que estamos en peligro. Los apóstoles pudieron ver este peligro y es por eso que en el libro de hechos se menciona que ellos se reunieron y nombraron a 7 varones que estuvieran llenos del espíritu santo para atender a las mesas, porque ellos debían enfocarse a la oración y al ministerio de la palabra. Ellos sabían el peligro de descuidar la oración para dedicarse a atender otros asuntos, nosotros no podemos estar tan ocupados en asuntos terrenales para descuidar la oración.

Hoy debemos tener en cuenta que en la medida en la que convirtamos nuestro templo en una casa de oración, las asechanzas de las tinieblas que nos han estado robando la paz, serán expulsadas de nuestras vidas por completo. Meditemos ¿Si el señor viniera hoy que va encontrar en nuestra casa?, ¿en nuestro cuerpo?, encontrará desorden, vacíos, herida, dolor y pecado, o vera que vivimos conforme a su voluntad guardando el templo del espíritu santo. Si somos realmente su casa de oración, tenemos la responsabilidad de cuidarlo y llenarnos de su amor, habitar en su presencia y hacer su voluntad.

Bendiciones para todos..!