PERDER PARA APRENDER.

Pelearon, pues, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas; y fue hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. Y el arca de Dios fue tomada, y muertos los dos hijos de Elí, Ofni y Finees. 1 Samuel 4:10-11.

Buenos días, que la bendición de padre este sobre sus vidas siempre.

Muchas a veces como hombres asociamos los logros que alcanzamos con esfuerzos y dedicación como algo valioso y eso no está mal, porque lo que se alcanza con dedicación y empeño se debe apreciar. Sin embargo, esos momentos de pérdida, de engaño, de soledad y muchas veces de frustración por no tener o alcanzar lo deseado, tendemos a menospreciarlos, no sabiendo que de los fracasos y de derrotas se obtienen las más grandes enseñanzas.

Mis amados, de las pérdidas también se aprende y el fracaso también suma, porque el saber apreciar y aprender de las instancias que provocaron la caída o el error nos llevará a ver con mucha más claridad. Por esto, para mí el perder no es sinónimo de dolor ni muchos menos de frustración, porque el perder en su tiempo también traerá recompensa. Por lo tanto, que tus pérdidas de hoy no sean causales de sufrimiento, sino de las más grandes enseñanzas que te llevarás a dar pasos más seguros en el tiempo.

Y esto me conecta con el Pueblo de Israel, que muchas veces tuvieron que perder para aprender, muchas veces tuvieron que sufrir para valorar, muchas veces tuvieron huir para conquistar, no sabiendo que esta era la salida que los llevaría alcanzar algo mayor. Señores, muchas veces este es el camino que el cielo abre para ayudarnos a despertar y comprender qué a veces el camino que menos esperamos nos llevan a encontrarnos con su voluntad.

Fueron mis errores los que me empujaron a sus pies, fueron mis lágrimas y momentos de sufrimiento que me hicieron comprender que UN ESTADO DE PÉRDIDA, no determina mi final, sino que es tan solo el inicio de un nuevo despertar. La pérdida del arca despertó un nuevo celo en el pueblo, pero la gloria de Dios había sido traspasada y el pueblo tenía que aprender que lo que no se valora se pierde. Esto no sucedió solo con el arca, sino también con el templo, tenía un templo hermoso y lleno de oro, pero no honraban y valoraban al Dios del templo, por ende, la destrucción y el cautiverio fueron la salida que las llevaría a comprender que a veces es necesario perder para aprender.

Cuando no valoramos lo que el cielo nos entrega muchas veces lo tendremos que perder para que podamos aprender, que en sus manos siempre nos ira bien, Dios no añada para perder, eso quiere decir, que lo que hoy experimentas no es tu destrucción o muerte, sino las circunstancias que te ayudaran a creer.

Dios en su inmenso amor entrego lo que más amaba para salvarnos a nosotros, perdió a uno, pero gano a muchos, el cielo es el único que restando, puede salir ganando, muchas veces necesitamos perder para ganar un poco. Las perdidas en DIOS terminan siendo las más grandes victorias.

Bendiciones.....

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