PASOS DE HONRA.

Tus ojos miren lo recto, Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos. Proverbios 4:25-26

Quiero recordar con esto que la voluntad de Dios para nuestras vidas siempre es buena, agradable y perfecta, pero eso no quiere decir que no experimentaremos momentos difíciles. Lo que entiendo es que, a pesar de ellos, estaremos bien y seguros mientras nuestra voluntad apunte a su destino. Dios siempre tiene un plan, pero no todos están dispuestos a dar los pasos que nos acerquen a ese propósito.

Parte de esto lo vemos en el desierto, el pueblo estaba siendo direccionado a una nueva tierra, pero muchos querían devolverse a Egipto, al parecer no querían dejar sus padecimientos y comodidades para a ir en pro de un plan genuino, pero que necesitaba dar pasos firmes con la certeza de lo que Dios había dicho por Moisés se cumpliría. Si revisamos esto, Dios solo le estaba pidiendo que marcharan, porque el resto lo hacía él.

Y así pasa hoy en día, Dios no nos pide mucho, solo que demos pasos de rectitud y nuestros ojos miren lo correcto, pero nuestras expectativas de vida están por encima del plan de Dios, impidiéndonos responder a ese llamado de marchar a un destino mayor. ¿Quieres saber hacia dónde vas? Revisa lo que ves y examina la senda de tus pies y encontrarás la respuesta.

No hay bendición más grande que estar en Dios, porque aun perdiendo se nos lleva a la victoria. Lo difícil muchas veces es entender que fuimos escogidos para algo mayor, pero eso requiere de dar pasos de honra que nos lleven todos los días a buscar más de su presencia y voluntad. Amigo(a) no importa lo duro que sea, para el pueblo de Israel no fue fácil caminar por el desierto, lo realmente importante es avanzar, porque él nos guiará por caminos de justicia y paz.

Dios quiere todo lo bueno para nosotros, pero nosotros preferimos lo malo y lo que desagrada a Dios. El Padre tiene planes de bien y no de mal; por ende, a veces no entiendo cómo despreciamos el pan de Dios por ir detrás de migajas que ofrece el mundo. No valores más tu vida, es mejor perderla para que puedas ver de frente su propósito. No valores más tus sueños y anhelos, cuando es el sueño de Dios el que nos impulsa, Él mismo se encargará de darnos más de lo que pedimos o soñamos.

La balanza de nuestra vida debe estar inclinada en vivir para hacer su voluntad y no saciar nuestra necesidad. Cuando se cumple esta proposición, nuestros pasos y, nuestros ojos, nunca perderán de vista la ruta que Dios ha trazado para todos aquellos que le creen. Despierta de tu mundo de fantasía y date cuenta de que cada segundo en esta vida cuenta. El camino está preparado, las bodas están listas, por eso solo se requiere que podamos caminar sin importar lo que en el camino nos podamos encontrar.

Da pasos de honra que todos los días te llevan a vivir en su voluntad, porque ella es buena, agradable, y perfecta.

Bendiciones.