MI PASTOR
- Jasser Manjarrez
- 5 feb
- 2 Min. de lectura
Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmos 23: 3-4.
Buenos días, que la mano de Dios este sobre tu vida hoy y siempre.
Creo que hemos leído muy rápido este salmo, o talvez solo lo hemos memorizado, entendiendo que en Dios estaremos seguros, y nada nos faltará, pero creo que en este escrito se encuentra el corazón de hombre atormentado afrontando uno de los momentos más difíciles de su vida. En este Salmo veo a un hombre en una condición que pocas veces se ve en otro pasaje bíblico y entender esto nos abre el panorama de lo que realmente en ese tiempo quiso expresar desde un corazón aferrando al creador.
Pienso que uno de los puntos cruciales y más difíciles que nos toca vivir como hombres es cuando se trata de nuestros hijos. Los hijos son un regalo de Dios, son herencia bendita de Jehová, pero para este instante David se encuentra atravesando una situación con su hijo Absalón, el cual se rebela contra su padre dándole un golpe de Estado. Absalón llevaba 4 años sentado a la puerta del palacio robando el corazón de las personas. La rebelión es algo que se cocina en nuestro interior hasta que da a luz la maldad.
En este cuadro vemos que David no está en su mejor momento, no está en el palacio siendo servido por sus siervos, no tiene el arca de su lado, el David que vemos aquí está experimentando una crisis absoluta, desprotegido, quebrantado, traicionado por sus mejores amigos, su hijo se levanta en su contra. Con lágrimas saliendo de sus ojos sube a la montaña, desgarrado por todo lo que está viviendo, entonces es cuando David, movido por ese cúmulo de sentimientos, escribe el Salmo 23.
Aquí hay cosas profundas que vale la pena descubrir, pero hoy solo quiero dejar algo en tu corazón. David estaba pasando por el valle de la sombra de muerte. Cuando llega el verso 4 él dice: Aunque pase por el valle de sombras de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo, tu vara y tu callado me fundirán aliento. Aquí vemos como el verso inicia hablando de un lugar tenebroso, pero si leemos con atención podemos ver que David no está en ese lugar porque quiere, el verso anterior dice tú me guías por el buen camino, es decir; esa ovejita no está allí porque quiere, sino porque el pastor la está guiando.
Mis amados, David, sabía qué pasar por el valle de la sombra de la muerte, es el mayor momento de intimidad entre la oveja y el pastor, porque están a solas. Por lo tanto, no sé qué momento difícil pasas, pero creo que el pastor está llevando a su oveja a un tiempo de intimidad y refugio. En sus manos estás seguro, aunque estés pasando por el valle de la sombra, ten por seguro que estás siendo llevado(a) a un lugar de nuevos pastos.
Bendiciones
Los lugares del dolor, siempre serán los que nos traen restauración 💖🥺🥺
En sus brazos estamos seguros
😀😍
Amen
Me quema, me quema