MI NECESIDAD.
- Jasser Manjarrez
- 23 ene
- 2 Min. de lectura
Afortunados los que reconocen su necesidad espiritual, porque el reino de Dios les pertenece Mateo 5:3-14
Buenos días, que la poderosa mano de Dios este sobre su vida.
La vida del hombre encierra muchos aspectos que, desde su concepción, son maravillosos para poderlos entender. Por ello, vemos cómo día a día nuevos descubrimientos salen en pro de poder ayudar en algún factor a la vida humana. Con esto podemos ver que la salud se convierte en un foco principal de nuestros días, por eso vemos tantos avances en la ciencia que busca erradicar las enfermedades.
Lo interesante de todo esto, es que estas curas solo apuntan a nuestra parte física, porque no pueden afectar la espiritual, porque la única medicina o cura de nuestra alma y vida la encontramos en Dios. La sangre de Cristo es gratuita y se derramó en la cruz para que nosotros pudiéramos vivir. La mayor compra se pagó hace más de 2000 años, y tú y yo hacemos parte de esa adquisición, donde fuimos redimidos de las garras de las tinieblas.
En los primeros capítulos de Génesis podemos ver una verdad absoluta, muestran que Dios creó a los primeros seres humanos, que les hablaba constantemente y que les permitió tener una relación con él (Génesis 3:8-10). El hombre no fue diseñado para vivir independiente de su Creador; tiene la necesidad de mantenerse en comunicación con él. Nuestra comunión con Dios vivifica nuestro espíritu y eso nos da vida, aunque el hombre exterior se desgaste todos los días, el hombre interior se renueva cada mañana.
Jesús dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Estas palabras demuestran que el ingrediente indispensable para llevar una vida feliz es satisfacer nuestro apetito espiritual. ¿Pero cómo podemos hacerlo? Jesús mismo dio la respuesta: “No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová” (Mateo 4:4). Así es, las expresiones de Jehová —es decir, sus pensamientos y mandatos, que se encuentran en la Biblia— pueden ayudarnos a ser felices en la vida.
El hombre pasa la vida buscando satisfacer un vacío interior que no lo llena la salud, las relaciones personales, ni mucho menos el dinero, porque solo un relacionamiento, y un nuevo nacimiento puede poder un sello a ese abismo insaciable que nos induce a depender de otros. Sí, Cristo lo llena todo en todo, él representa la Unidad, la Plenitud, la Paz y el Amor. Cuando le entregamos nuestra vida, él hace morada en nosotros llenando cada rincón oscuro de nuestra alma.
Nuestra necesidad más latente hoy es día es seguir buscado de Dios, porque en esa búsqueda y relación todos los días, aunque no lo puedes ver, su esencia e imagen se adhieran a ti. Nuestras mayores necesidades se resuelven el día que nos encontramos de frente con nuestro creador, lo demás hace parte natural del flujo de la vida. Nunca lo olvides, lo que David pronuncio un día. “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo”; Salmos 42:1-2
Bendiciones
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