MI ACTITUD.
- Jasser Manjarrez
- 16 ene
- 2 Min. de lectura
Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Filipenses 2:5-7.
Buenos días, que la poderosa mano de Dios este sobre sus vidas.
Al leer estos cortos versículos, puedo ver la invitación que nos hace Dios al cambio que necesitamos tener todos los días. Muchas veces los grandes cambios inician por pequeñas decisiones que nos llevan a palpar lo deseado. Entonces, para ver en este nuevo año, grandes movimientos, inicia por cambiar esas pequeñas cosas que marcan la diferencia. JOHN MAXWELL dijo: “La actitud no lo es todo, pero marca la diferencia”
Quizás muchos de nosotros ya tengamos la lista de las metas por alcanzar este año, pero hoy tengo por decirte: que, si no cambias tu actitud, quizás te vas a demorar un poco más en poder obtenerlas. Está demostrado que las personas con mejores actitudes avanzan más rápido, porque los obstáculos no los paralizan, sino que los potencializan. Una buena actitud comienza con una sonrisa en tu rostro, con un claro que sí señor, como usted ordene, con un tiempo de oración antes de salir de casa, con palabras blandas que endulcen el día. Amigo, quizás no puedas cambiar tu cara, pero sí puedes colocar tu mejor sonrisa.
Por esto entiendo, que lo bueno que recibimos también nace desde una buena actitud. Quizás estas simples acción determine el rumbo de las horas y de las acciones que realizaremos durante todo un día. Por eso, no importar cómo se llame la situación, trata de tener una actitud correcta. La actitud es algo que nos diferencia, no lo es todo, pero habla del carácter que Cristo forma en tu vida. No te concentres en cambiar cosas grandes para ver resultados, cambia pequeñas piezas y estas harán que todo lo demás encaje por sí solo.
Esta palabra nos dice que tengamos la misma actitud que tuvo Cristo, y esto sí que es un desafío. Te imaginas ser despreciado, humillado, golpeado, ser tratado de loco, y como si fuera poco crucificado y seguir amando de la misma manera. Sin duda, no quedaríamos cortos en poder evaluar las actitudes que tuvo Jesús en cada circunstancia de su vida, pero lo que sí podemos aprender es que cada movimiento y acción tuvieron cubiertos de un amor puro que siempre lo llevaron a tener la mejor actitud, sin importar el escenario.
Creo que también lo podemos hacer. Una actitud correcta es una decisión, por eso, enfrente lo que enfrentes hoy, ten la mejor actitud. Cada escenario de cuenta de la fe y de las actitudes que tenemos, por eso brilla en tu trabajo, en tu universidad, pero sobre todas las cosas resplandece en la casa con actitudes que muestren que Cristo vive en tu corazón. Este año no puede comenzar con actos fingidos brillando en todas partes, pero siendo oscuridad donde vives. Lo hostil se cambia cuando tu actitud habla de la fe que te caracteriza.
Bendiciones
Amén
Amén