LA BONDAD DE DIOS.

Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes SALMOS 27:13.

Buenos días, que la bendición y el amor del señor sea sobre todos nosotros.

La vida está llena de problemas que nos abruman diariamente, a veces parece que apenas salimos de una situación difícil cuando ya entramos en otra, pero ¿sabes algo? ¡DIOS ES BUENO! Su bondad; nunca deja de ser, el dilema que enfrentamos son las situaciones que nosotros no consideramos buenas, y terminamos comparándolas con la dicha de otros, llegando a concluir con que Dios es injusto, pero no miramos lo que nos acontece como el método que el cielo usa para enseñarnos, porque incluso; Dios es tan bueno que sabe que tener todo lo que deseamos no hace bien a nuestras vidas. Por esta razón, usa el camino del proceso para edificarnos y hacer de nosotros un verdadero hijo dependiente de su voluntad.

Por consiguiente, sea notorio en todos nosotros que Jesús es el don supremo de la bondad de Dios; pues aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, el cielo se ideó un plan de salvación que fue más allá del entendimiento humano y que arrojo como resultado un nuevo nacimiento de simiente incorruptible. Mi amado, El amor de Dios es incomprensible e indescriptible, a diferencia del nuestro, su amor es perfecto, nunca cambia y se hace manifiesto por medio de las bendiciones que provee; es decir, que él no cesará de ser bondadoso por eso le dijo a Moisés en el desierto del Sinaí “yo haré pasar toda mi bondad delante de ti” éxodo: 33:19.

En concreto, con todo esto puedo inferir en qué; la esencia misma de Dios es que en él no existe nada imperfecto. Por esto, su bondad misma se nos fue revelada en la creación, porque no solo tuvo detalle de cada cosa que pudo instituir, sino que además todo lo hizo perfecto. Incluso, cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón, empezamos a disfrutar la infinita bondad del amor de Dios.

Mis amados, cuánto más podamos sentir la afabilidad de Dios; entonces más confiaremos en él, y cuanto más confiemos en él, más fácil será poder abandonar nuestras vidas en sus manos. Esto lo vemos con el profeta Nahúm cuando hablo a Nínive conforme a la palabra que Dios le había dado, diciendo que ellos no estaban honrando a Dios y que a pesar de haberse arrepentido antes, habían vuelto a su vieja manera de vivir. Por lo cual, me asombra que Dios, es un Dios tan bondadoso que aun sabiendo esto, les recordó que él era el único que tenía el poder y la soberanía sobre ellos y usa a este profeta para anunciar tres verdades consoladoras en aquel tiempo, las cuales fueron: la bondad de Dios, el auxilio de Dios y el conocimiento de Dios. “Jehová́ es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían” (Nahúm 1:7)

En pocas palabras, esto último no solo ocurrió con Nínive, sino que sigue siendo un gran problema hoy día, y es porque hay quienes le llegan a conocer, pero luego se alejan y hay quienes no le conocen y no se dan a la tarea de conocerle, entonces permanecen bajo sus propias perspectivas. Lejos de Dios, fuera de su voluntad y haciendo lo que les place, pero aun así, Dios sigue siendo bueno con todos, pero lastimosamente a veces nos cuesta reconocerlo; por eso, aprende a dar gracias por todo, y ten presente que todo lo que Dios permite en tu vida es bueno y necesario.

Bendiciones y comparte con alguien más.