INFLUENCIADOS.
- Jasser Manjarrez
- 1 jun 2023
- 3 Min. de lectura
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2
Buenos días, que el amor de Dios sea sobre cada uno de nosotros.
Entendemos que una visión personal es aquella que permite que nuestra mente sea conducida hacia una imagen futura de la persona en la cual queremos llegar a convertirnos. Sin embargo, para poder llegar a esa meta necesitamos pasar en medio de nuestro entorno y quizás te preguntes ¿Por qué? Pues, en nuestro contexto encontramos personas, animales o cosas y estas últimas pueden llegar a ser propicias en el desarrollo positivo de nuestra persona o incluso pueden llegar a ejercer un dominio negativo a la hora de tomar decisiones, ya que algunas veces tienden a influenciar nuestra manera de ser, de actuar, en nuestros hábitos y hasta en nuestras propias creencias.
Por consiguiente, algunos estudios manifiestan que los seres humanos tienden a crear una combinación entre las cinco personas con las que pasa más tiempo y posteriormente, luego de un largo periodo, terminamos hablando como habla el otro, viendo lo que el otro ve e incluso tratando a los demás del mismo modo y vistiendo de la misma forma. No obstante, está claro que no podemos escapar de la influencia del entorno, pero cuando anexamos a DIOS a nuestra realidad, entonces estaríamos dando paso a ser influenciados por el amor de Jesucristo para posteriormente, causar un efecto ascendente en la generación que nos rodea. ¿Cómo así?
Recordemos, que Cristo dijo que nosotros somos la sal de la tierra, la luz del mundo y una ciudad sobre un monte. Esto significa que como hijos de Dios debemos ser una influencia de bendición, de gozo y salvación. Mi amado, necesitamos vivir bajo los valores del reino de Dios para que esto último pueda ser cumplido, porque bien decíamos al principio que el entorno en el que vivimos puede llegar a causar en nosotros un dominio negativo, así que; por lo pronto, nuestro único fin siempre debe ser apuntar a otros hacia Cristo y estoy segura de que en estos momentos estás rodeado de personas que se convierten en candidatos ideales para que el amor de Dios toque a su puerta.
Sin embargo, cuando nosotros no ejercemos la influencia debida en nuestro entorno; entonces nos convertimos en personas dependientes de la gente que nos influye y una de las causas negativas de esto que acabo de mencionar es que, buscamos ser aprobados por la “gente” y terminamos tomando decisiones que nos conducen a una vida pobre, vacía y lejos de la voluntad de Dios. En otras palabras, para estar netamente lejos de ser dominados por los gustos del mundo; Cristo uso tres símbolos para definir nuestra identidad.
Somos sal: es decir, que somos enviados a enriquecer la tierra y a mostrar que necesitamos a Cristo para vivir una vida plena, porque sin Él solo andaremos bajo lo insípido de un corazón vacío. Somos luz: vivimos una realidad y es que el mundo ama la oscuridad, y así es como funciona el pecado; así como las bacterias necesitan agua para vivir, así mismo el pecado necesita la oscuridad, por eso, Cristo dijo que seamos lámparas reflejando su existencia en la tierra.
Somos una ciudad sobre un monte: la ciudad sobre un monte está a la vista de todos, es decir, que somos el espejo en el que otros se ven, por eso debemos guardar el testimonio de Cristo, porque en nosotros no cabe el ocultamiento y no prevalecerá la mentira. Por esto cuidemos lo que se nos entregó, porque si no le damos valor, la sal se desvanecerá, la luz se apagará y el monte se hará invisible.
Comparte, comenta y dale
コメント