HERIDAS DEL CORAZÓN.

Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. Salmos 147:3

Buenos dias, que la bendición del padre este sobre sus vidas.

Existen sucesos en nuestras vidas que terminan por ser inevitables. Por más que intentemos controlar su llegada, tarde que temprano se podrán evidenciar. Ninguno de nosotros estamos exento de estas heridas que suele cautivar nuestras vidas, llevándonos vivir en el dolor y rencor.

No podemos negar que cada traición, engaño o decepción terminan por causar un dolor profundo en el corazón. El dolor se apodera de nuestras vidas y nos lleva a vivir con una venda en los ojos. Este tipo emoción cuando se asienta en nosotros toma fuerza y con el tiempo solemos consentirla haciendo más prolongado el tiempo de olvido. No podemos vivir cargado este peso, no podemos caminar con heridas abiertas y sangrando por dentro, no podemos oler bien, cuando una herida está abierta que no ha querido sanar.

Mis amados, no todo dura para siempre y con el tiempo podremos entender que lo que un día vivimos nos sirvió para madurar y crecer. Es un error buscar culpables en medio de todo esto, este es uno de los peores errores que podemos cometer, porque hará que la rabia y el dolor se apoderen del corazón. Así como el amor es capaz de bajar la luna, la rabia y el dolor son capaz de destruirla. Vivir en esta oscuridad nos hará ver que todo lo que sembramos afectará y dañará a todo lo que se encuentre a nuestro alrededor.

Ese veneno que llevamos por dentro no lo podemos dar a todos, nuestras palabras deben ser cuidadas, porque serán misiles capaces de destruir a muchos, por eso, identifica que eso no te hace bien y permite que Dios pueda sanar y restaurar tu vida para siempre. Dice su palabra que Él sana a los quebrantado de corazón y venda sus heridas, para esto, no hay pasos mágicos, ni medicamentos, solo la intervención de Dios tiene el poder de borrarlas para siempre. Son sus cuidados, son sus caminos y amor que hará que nuestro dolor se convierta en sentimientos que verdaderamente valen la pena cuidar y cultivar.

¿Pero cómo podemos sanar estas heridas?, miremos algunos aspectos que pueden ayudarte en estos momentos.

El único que tiene el poder de hacerlo completamente es Dios, por eso, estas claves serán el complemento de la primera.

· Dios sana nuestras heridas.

· El perdón es una llave que liberta

· El tiempo terminara por hacer su labor

· Guarda tu corazón del rencor y la rabia

· No nades en el mar de recuerdos

· Salir de la zona que nos lleva a la depresión

· Ten amistades de propósito que te ayuden.

· Trata de remediar por medio del amor el daño causado.

Bendiciones y comparte con alguien más..