GUERRA CONTRA LA JUVENTUD.

El faraón replicó: —¡Verdaderamente necesitarán que el Señor esté con ustedes si dejo que se lleven a sus hijos pequeños! Me doy cuenta de que tienen malas intenciones. Éxodo 10:10 NTV

Buenos días, la bendición de Dios sea sobre sus vidas.

Conocer la historia nos hace ver y reflexionar en detalle que nos hemos perdido. Si revisamos el panorama bíblico nos damos cuenta de que los jóvenes siempre tuvieron una gran importancia en la historia del pueblo de Israel. Jóvenes que nos les importó perderlo todo solo para alcanzar el propósito de Dios. En la palabra encontramos a muchos, sin embargo, así como en un tiempo atrás contamos con varones y jóvenes de renombre, para este tiempo Dios también levanta jóvenes de virtud, llenos de su espíritu para que vivan en su voluntad.

En Génesis, el primer libro de la biblia nos encontramos con Caín y Abel, luego de mucho tiempo nace Set, marcando una diferencia notoria en su tiempo. La historia continúa hasta llegar a Isaac, luego Jacob para llegar a José. Posteriormente, Dios comienza a traer orden en la nación y designa reyes sobre la tierra, llegando el turno de David y para no hacerle larga la historia, los jóvenes marcaron el destino profético en la nación del pueblo de Israel.

Por esto creo, que lo nuevo del cielo lo veremos operar sobre los jóvenes, el profeta Joel lo anuncia con mucha claridad, pero para entrar en este nivel necesitamos renunciar a nuestro estilo de vida para poder disfrutar de una esencia divina que nos gobierna y nos absorbe por completo. Amados jóvenes, si Cristo no es el que te absorbe, lo hará el Faraón de este siglo, el cual robará tus fuerzas y años de vida, haciendo que lo prohibido sea dulce y lo divino absurdo.

Por ello, hoy veo cosas que se repiten como si fueran patrones en el tiempo que cobran vida. ¿Y por qué lo dice?, porque sencillamente el Faraón de este siglo no quiere que los jóvenes adoren y vivan para Dios. Dios nos está llamando para celebrar una fiesta, pero Faraón dice: toma a los hombres y ancianos, pero a los niños y jóvenes no. Ésta, aunque pueda ser una analogía, es una gran verdad. Existe un sistema opuesto al celestial que hace que la juventud no vea ni entienda el llamado que Dios les hace.

Cada día que pasa las distracciones son mayores, cada día que pasa las mezclas suben de nivel, cada que pasan los días el ruido nos desorienta, cada día que pasa pensamos que podemos ofrecer sacrificio a Dios estando en Egipto y definitivamente esto es un error. Dios nos quiere libres, porque el sello de la liberación es la ADORACIÓN.

Mis amados, cueste lo que cueste, lo debemos hacer, esta frase la mencionamos mucho en la canción de la SUNAMITA, pero las acciones carentes de valor nos hacen notar que estamos lejos de esa realidad. Por eso, escapa de toda cautividad y de las garras de Faraón que no te dejan vivir para adorar. Jóvenes, en sus manos está el avivamiento de los últimos tiempos, si ustedes ADORAN a Dios con el corazón la tierra tiembla.

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