FUERTE Y FIRMES.

Manténganse siempre alerta. Y oren para que sean suficientemente fuertes para escapar de los horrores que vendrán y para presentarse delante del Hijo del Hombre. Lucas 21:36

Buenos días, las inescrutables riquezas de Dios estén sobre tu vida hoy y siempre.

Una vez a alguien se le ocurrió decir: “Camarón, que se duerme, está listo para a hacer sushi”. Y esto, aunque parezca algo gracioso, tiene una connotación profunda para aquellos que sabemos que descuidarnos puede traer terribles consecuencias a nuestras vidas. Escuchen, humanos: “Nuestros descuido o desinterés pueden ser el cultivo de semillas no deseadas que afectan nuestra comunión con Dios.”

Para este momento que el escritor recita esta palabra la iglesia estaba pasando un momento difícil, la muerte de Jesús había ocasionado mucho revuelo y ahora Jerusalén está siendo tomado o rodeada por las tropas comandadas por el emperador Tito, y realmente fue el comienzo de la dispersión y la muerte de muchos habitantes de una provincia que le había resultado muy revoltosa al Imperio.

Pero lo que me sorprende es que el escritor asocia la valentía y las fuerzas con la ORACIÓN. Para este momento era necesario resistir y ser constante en el ejercicio de la fe, pero estos hombres sabían que la Oración era el depósito de donde proviene el poder de Dios. Lucas no los mandó a esconderse, ni mucho menos a huir; la instrucción era que fueran fuertes y firmes. La iglesia no pasaba un buen momento, pero tenían las bases para soportar y permanecer haciendo la obra de Dios. La oración es el canal que nos ayuda a permanecer en pie aun cuando todo parece colapsar.

Entiendo, con todo esto, que nos falta Oración. Cuando se trata de oración, somos muy ligeros y esto no es un asunto trivial por salir del paso, sino la habitación donde nos sentamos para hablar con Dios. Yo me lo imagino así, esto para mí es la oración. Y cuando entramos a ese lugar pasan cosas que aún ni nosotros mismos podemos explicar. Alguien dijo un día: “La oración es un ejercicio de pasión; no de indiferencia.”

La oración no es para cambiar los planes de Dios. “Es para confiar y descansar en su soberana voluntad” — Martín Lutero. Esto, en pocas palabras, es lo que describe Lucas. Y después de explicar todo lo que les esperaba a los creyentes, concluye su capítulo sentándolo sobre las bases de la oración. Cuando tenemos vidas de oración, la preocupación se viste de seguridad, la ansiedad se despide como viajero que no pretende regresar y el miedo da pasos silenciosos anunciando su final.

Mis amados vendrán horrores, momentos difíciles, y una persecución por ser el mensaje diferente que transforma las vidas, pero para poder descansar cuando el tiempo de la angustia venga, el señor nos ha regalado el mejor refugio llamado el cuarto de ORACIÓN. “En la oración es mejor tener un corazón sin palabras que tener palabras sin un corazón”

Bendiciones.