BAJO EL MISMO DISEÑO.

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 2 corintios 8:9.

Buenos días, que la bendición y el amor del padre sea sobre todos nosotros.

Es realmente maravilloso poder encontrarnos en las escrituras con versículos que manifiesten la inmensidad del amor de Dios por todos nosotros. Y una muestra de esto se evidencia en el versículo que declara Corintios, el cual dice; que incluso Jesucristo, siendo rico por amor a nosotros, se hizo pobre para que nosotros por medio de esta pobreza fuésemos enriquecidos. Ahora bien, teniendo esto último en cuenta, parece que nada concuerda y que suena algo irrelevante, pero ciertamente el pensar en la pobreza de cristo nos conduce a que nuestro Jesús se hizo carne, vino a la tierra, cargo con nuestras culpas y rebeliones y nos condujo hacia la misericordia de Dios.

Por lo tanto, a lo largo de las escrituras vemos que al Jesucristo venir a la tierra no lo hizo descendiendo en una nube, ni siquiera los ángeles lo bajaron en una cuna de oro, es decir; él no se reveló en majestad, sino que fue engendrado en el vientre de María como un fruto del espíritu Santo de Dios y posteriormente a esto, creció en medio de una aldea en Nazaret desempeñándose como carpintero. Mi amado, los pobres podían acercarse a él, los niños, jóvenes y adultos podían incluso abrazarle, el oculto su divinidad para vivir bajo nuestra condición y nunca se quejó por lo que hacía o renegó de lo que era, porque tenía muy claro que su esencia provenía de lugares altos, aunque está altitud no era visible en el plano terrenal.

Por consiguiente, estoy segura de que al llegar a verle en aquel tiempo lo hubiésemos distinguido como una persona del común, pero en su interior había algo que lo hacía ver diferente en medio de la multitud, por esto; “los grandes maestros y sacerdotes” de aquella época no lograron percibir quién era Él, pero solo los humildes comprendieron que estaban al lado del salvador del mundo. Mi amado, con todo esto quiero conducirte a qué puedas comprender que vivimos bajo el mismo diseño de Dios, fuimos concebidos por nuestros padres, pero fuimos tallados y creados bajo la imagen y semejanza de nuestro creador. Por lo tanto, cuando reconocemos quién es Cristo en nosotros, aunque estemos en medio de la multitud, seremos diferentes.

Por otro lado, existe un pequeño problema y es que muchas veces creemos que Dios no nos acepta por causa de nuestro pecado, porque creemos que le hemos fallado tanto que no merecemos ser amados por él, y con esto quiero llevarte a que entiendas que cuando Cristo fue bautizado en las aguas del Jordán por Juan El Bautista, él no lo hizo porque fuese pecador o necesitaba dejar atrás su pasado “NO” él lo hizo para estar en medio de la gente, en medio de aquellos que necesitaban ser perdonados, por esta razón, quiero decirte que no importa la condición en la cual te encuentres, en definitiva acabamos de leer que Jesús se hizo pobre para que nosotros fuésemos ricos y la mayor riqueza que pudimos heredar de su parte fue el hecho de haber sido adoptados como hijos de Dios y conjuntamente a esto poder ser llamados sacerdotes y coherederos de su gracia divina.

Ciertamente, vivimos bajo un mismo diseño y lo maravilloso de esto es saber comprender que, aunque no vistamos con ropa fina o incluso no durmamos bajo cobijas de oro tenemos un tesoro cultivado en los cielos y esto nos hace inmensamente ricos.

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