ACCIONES CONCRETAS

No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. Santiago 1:22 NTV

La biblia no es como cualquier libro, estas páginas están llenas de principios y fundamentos que nos enseñan la voluntad de Dios. Cada instrucción de Dios tiene un llamado a la acción, por ende, si quieres ver frutos, debes trabajar de forma ardua y constante, sin bajar los brazos, porque al menor descuido todo lo que se había cultivado se puede perder. Amigo, pon en práctica todo lo que aprendes de tus pastores, líderes, y leyendo la palabra veraz que en poco tiempo un nuevo hombre resucitara.

El apóstol Pablo siempre decía en sus cartas, estén alertas, sean fuertes y creo que necesitamos mucho de eso en este tiempo, porque si hay algo que nos golpea con fuerza en este siglo es la indiferencia a lo que Dios habla, y todo el que no atiende lo que el cielo dice se marchita o se corta. Por eso quiero que me comprendas bien, el no poner en práctica lo de Dios es un riesgo que no podemos asumir, porque cada palabra que se recibe o se aprende pone demanda en nosotros. Toda demanda nos llama a realizar acciones concretas en pro de darle cumplimiento a su ordenanza.

Esta carta era un llamado urgente del Apóstol Santiago a sus hermanos de la fe, porque el recibir de Dios implica cambios, tanto internos como externos, porque Dios no nos deja como nos encontró, por ello, es necesario aplicar y no olvidar. Recuerdan el viaje del pueblo de Israel por el desierto, Dios les hablaba, les mostraba el camino correcto, pero pocos siguieron esa voz y mucha de esa generación murió en el desierto, por eso, el escuchar y obedecer para nosotros es vida. Recibe este consejo que te va a ahorrar camino: si no quieres morir en tu intento de avanzar, obedece a Dios sin preguntar.

Es aquí donde necesitar ser valientes y constantes, porque muchas veces huimos a escondernos donde nos sentimos seguros o satisfechos, y cualquier escondite donde no se encuentre Dios es mero hiperrealismo que nos conduce a la muerte. Esta hiperrealidad la hemos construido nosotros mismos con hábitos que alimentan nuestra alma separándonos cada día más de la voluntad de Dios.

Por lo tanto, la primera acción es huir de toda realidad que Dios desaprueba, sal corriendo y cierra la puerta con fuerza de todo aquello que pone en balanza tu fe y la palabra de Dios. Cuando es la palabra la que nos conduce y la que pone un peso en nuestro corazón, damos pasos con urgencia para cuidar y proteger el crecimiento de Dios en mi vida. Hoy más que nunca necesitamos ser eficientes, hacer mucho con poco es nuestras manos, aprovechando los recursos que tenemos, porque todos en su medida aportan esencia a nuestro destino.

Valora todo lo que Dios ha puesto a tu alrededor, porque sin duda, son los elementos esenciales para que desarrolles una fe inquebrantable. Valora tu congregación, valora a tus pastores y líderes, porque esto es el plan de Dios para tu ensanchamiento y desarrollo. Mis amados, con esfuerzo y dedicación, se construyen grandes cosas, pero con fe y amor se palpa el cielo estando en la tierra. Que nada apague tu fe, que nada en este mundo apague el fuego de Dios en tu vida. Que esta nueva semana sea de acciones concretas que nos lleven a vivir en una obedecía absoluta.

Bendiciones.