EL LLAMADO QUE TRANSFORMA
- Jasser Manjarrez
- 25 ago 2023
- 2 Min. de lectura
“Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.” 1 Corintios 1:1-3
Buenos días mis amados, que el amor y la gracia de Dios sean con ustedes hoy y siempre.
Queridos hermanos, antes de recibir el llamado de Dios, Pablo tenía la misión de perseguir a la iglesia, el pueblo de Dios. El consejo judío en Jerusalén, le dio autoridad para perseguir a los seguidores de Jesucristo. Pero yendo a Damasco, Dios le salió al encuentro y le mostró quién era Pablo y quién sería Pablo.
Ese encuentro con Dios trajo una transformación personal a su vida. Lo hizo obediente a la voz de Dios y valoró a los demás. Ya no era el mismo hombre.
El Pablo transformado, en su epístola a los corintios, nombra a las mismas personas que un día persiguió como "santificados en Cristo Jesús, llamados a ser su santo pueblo". A pesar de la diversidad, comenzó a ver a la iglesia como el cuerpo de Cristo que le pertenecía a Dios, y que Dios les pertenecía a los judíos y gentiles por igual.
Él admiraba a la iglesia, el lugar donde el pueblo de Dios experimentaba la gracia y la paz de Dios. A lo largo de las epístolas ora para que la gracia y paz de Dios estén con la iglesia, los seguidores de Cristo. La Iglesia moderna sigue orando la misma oración.
De ser un perseguidor y convertirse en un amante de la Iglesia, la vida de Pablo había experimentado un gran cambio debido a ese encuentro con Dios. Un encuentro que no esperaba, justamente cuando se dirigía a perseguir a ese mismo Dios. Frecuentemente, nosotros también nos rebelamos contra Dios.
¡Ahí es exactamente donde Él nos encuentra! Ahí es cuándo y dónde nos muestra quiénes somos y quiénes deberíamos ser. Nos califica de acuerdo a su gracia y nos transforma. Todo lo que tenemos que hacer es escuchar la palabra de Dios, obedecerle, dar la espalda a nuestras viejas maneras y estar listos para ser transformados. Si permitimos que Dios actúe en nuestras vidas, él será fiel y nos dará un nuevo comienzo, el cual será una bendición no solo para nosotros sino para las generaciones venideras.
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Amén 🙌 🙏